Describe el viaje desde la idea inicial hasta la realización final de un diseño. Este proceso comienza con la fase de investigación, donde el diseñador recopila información sobre el objetivo del proyecto, el público objetivo y las tendencias actuales. Con esta base, se generan ideas y se esbozan conceptos preliminares.
La siguiente etapa implica el desarrollo de bocetos y prototipos, experimentando con diferentes composiciones, tipografías y paletas de colores. Aquí, la retroalimentación juega un papel crucial, ya que permite refinar y mejorar los diseños en función de las opiniones de colegas y clientes.
Una vez aprobado el concepto, el diseñador procede a la creación detallada, utilizando software especializado para dar vida a la visión. Durante esta fase, se cuida cada detalle para asegurar que el diseño sea funcional y estéticamente agradable. La producción final incluye ajustes técnicos como la optimización de archivos para impresión o uso digital. Finalmente, se presenta el diseño terminado al cliente para su aprobación.